VENEZUELA Y ECUADOR
Los ecuatorianos hemos migrado a diferentes países del
mundo en varios momentos de nuestra historia. Tanto así́ que por número de
ecuatorianos, Nueva York podría ser la tercera ciudad más importante del
Ecuador.
Por eso desconcierta la hostilidad que en algunos
casos hemos mostrado hacia los venezolanos, que están viviendo condiciones económicas
deplorables como consecuencia del socialismo del siglo XXI.
Una hiperinflación, como la venezolana, del
1.000.000%, se previno en Ecuador gracias al dólar. Esta divisa fue y es una
camisa de fuerza que impide que los socialistas impriman moneda nacional cada
vez que aumentaban el gasto.
Si no fuera porque tenemos economía dolarizada, también
experimentaríamos la crisis económica y humanitaria del país hermano. Viviríamos
en un proceso hiperinflacionario destructor de la capacidad de compra de las
familias y los sueños de la sociedad.
Es correcto controlar que no ingresen delincuentes;
pero nosotros, más que nadie, tendríamos que ser empáticos con los venezolanos
honrados que huyen de esa crisis humanitaria. Pudimos haber sido nosotros.
Existen dos acciones a implementar. La primera, apoyar
un cambio democrático del gobierno venezolano. Más allá́ de que el sucesor de Chávez,
Maduro, ha demostrado ser un dictador, su legítima separación servirá́ para que
un gobierno transitorio comience a desmontar un aparataje político destinado a
servirlo, oprimiendo a la población y facilitando el narcotráfico. Sin eso, no existirán
elecciones libres, ni poderes estatales independientes que ejerzan sus
funciones eficazmente.
Eso permitirá́ que asuma el poder alguien que
reconstruya una economía a la que le tomará por lo menos dos décadas
recuperarse; pero se comenzará a detener la hemorragia de venezolanos al
mundo. De esa forma no se verán obligados a emigrar a Ecuador y otros países.
Es fundamental demostrar que Maduro ha obrado ilegítimamente y su caso es
parecido al del tristemente célebre ex dictador panameño Manuel Noriega.
La segunda acción es flexibilizar la relación laboral
y facilitar el empezar un negocio en el Ecuador, lo cual posibilitará que
millones de personas, que se encuentren en el subempleo, accedan a un empleo
adecuado y puedan crear negocios fácilmente, incluyendo a los venezolanos.
Ambas acciones nos ayudarán a mejorar esa situación en
beneficio de todos los que vivimos en este país: nacionales y extranjeros.
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