PRACTICAR LO QUE SE PREDICA
No fue suerte habernos salvado del modelo venezolano
como algunos piensan. Tuvimos personas
dispuestas a defender los principios de libertad y moral durante la década
ganada. Hay que agradecerles a ciertos candidatos opositores al régimen y a
otros individuos, que a pesar de la difícil situación de ese momento de la
historia, defendieron esas causas en diferentes medios de comunicación y redes
sociales.
Llegamos a tener, salvo contadas excepciones, a la peor
calidad de personas liderando poderes e instituciones públicas claves durante
el gobierno pasado. Amorales cuya meta
era que el sistema corrupto persista en el tiempo para continuar enriqueciéndose con él.
Nos dimos cuenta.
Nuestras familias nos enseñaron a ser honrados. Los colegios nos educaron con ética y cívica. Materias olvidadas que hay que rescatar en el
sistema educativo si queremos una sociedad que no permita abusos.
Asignaturas incómodas para los regímenes dictatoriales. Los cómplices del socialismo del siglo XXI
prefirieron esforzarse en adoctrinar a
los alumnos en las cosas que les interesaban.
Quisieron eliminar la libertad de enseñanza. El derecho de los padres de educar a sus
hijos según sus convicciones.
Fracasaron. Los
ecuatorianos sabemos que somos libres para educar a nuestros hijos como queramos. No nos gusta el aleccionamiento
propagandístico con el que nos sofocaron durante una década en los medios que
acapararon con ese fin, ni la imposición de ideas en las escuelas o colegios.
Lo que más despreciábamos era el doble discurso. La ciudadanía los rechazaba cuando exhibían los
productos de su nueva riqueza. Existía
incongruencia entre lo que hacían y decían.
Con sueldos de funcionarios públicos viajaban en primera clase con sus
familias, hacían fiestas, se compraban bienes, iban a restaurantes y clubes de
lujo con ropa cara, cuando simultáneamente declaraban que se oponían a eso.
Una sociedad inteligente promueve la prosperidad para
que cada individuo que tenga los medios, gracias a su dinero obtenido
honestamente, tenga la posibilidad de decidir si hace o no esas cosas; pero
ellos se proclamaron enemigos de ese comportamiento.
Si hubieran practicado lo que predicaron, nadie los
hubiera humillado en esos lugares o en las redes sociales. Habrían sido calificados como personas
coherentes. Pero todo era fachada para
enriquecerse a costa de los contribuyentes.
Hoy vivimos un ambiente de integración. Celebramos que Lenin asista a reuniones en
todos los sectores de la sociedad. Es el
presidente de los ecuatorianos. Algunos
podrán estar de acuerdo o en desacuerdo con su gobierno, pero él ha comprendido
que las dignidades públicas no están para dividirnos, sino para unirnos.
Comentarios
Publicar un comentario