LOS ESCLAVOS
A principios del siglo XX nació la estandarización para
favorecer el intercambio comercial de piezas de calidad y la producción en
serie. La estandarización tiene varios
objetivos: la simplificación, la unificación y la especificación.
La simplificación se refiere a que solamente deben
fijarse normas necesarias. La menor
cantidad posible.
La unificación permite facilitar el intercambio
comercial internacional a través de la homologación.
La especificación busca usar un lenguaje sencillo y
preciso.
En los últimos años, la normativa de los sistemas de
gestión empresarial ha logrado mejoras en la actividad de eficiencia y eficacia,
especialmente en la gestión de calidad, el medio ambiente, la prevención de
riesgos laborales, la innovación y la responsabilidad social de las
empresas.
El inconveniente es que Ecuador acepta parcialmente
las normas globales, transformándolas en barreras comerciales. Por ejemplo: las normas técnicas y las
regulaciones que afectan la importación de ventiladores se convierten en una
barrera no arancelaria que frena la comercialización del producto. En
ningún caso son simples, respetan la unificación ni son sencillas de comprender
o cumplir.
Si nuestro país dejase de inventarse normas y
decidiera homologar las más respetadas a nivel internacional, ahorraríamos
recursos económicos en empleos públicos innecesarios, así como el dinero y
tiempo que el sector privado tiene que gastar para navegar las difíciles aguas
impuestas por el gobierno para restringir las importaciones por razones
ideológicas y para privilegiar a ciertas industrias.
El intercambio comercial debe fluir libremente. El déficit de la balanza comercial es
solamente una cuenta contable del balance.
Los importadores se requieren en la economía para satisfacer la demanda
de productos que no se fabrican en ella, como por ejemplo maquinarias
necesarias para elaborar bienes y exportarlos.
Se requiere importar para exportar. Ningún país produce todo lo que quieren sus
habitantes.
Es hora de abrirse al mundo mientras firmamos más
acuerdos de libre comercio que nos permitan exportar los productos ecuatorianos
de calidad con aranceles preferentes a los mercados que nos interesan, como
Estados Unidos y al bloque comercial de la Alianza del Pacífico. Ya constatamos las ventajas de firmar
acuerdos con la Unión Europea y el EFTA.
El exceso de normativa e impuestos innecesarios, son
el reflejo de la ineficiencia del Estado.
Hacen que los contribuyentes seamos esclavos del sector público. Eso desmotiva la iniciativa individual. Cuando pensemos lo contrario, saldremos
adelante como país.
Comentarios
Publicar un comentario