RIQUEZA Y AMBICIÓN
Nuevamente se informó que el
borrador del proyecto del nuevo Código Orgánico de Relaciones Laborales ha
sufrido cambios. El gobierno habla de
reformas que fomenten la equidad. Dicen
que algunos trabajadores no reciben utilidades y otros sí. Que en ciertos casos, los trabajadores
reciben pocas utilidades, mientras que en otros, como los que pertenecen al
sector de las telecomunicaciones, perciben mucho. Eso equivaldría a decir, que es injusto que
Carlos Slim sea tan rico en comparación, por ejemplo, a mis ingresos
anuales. Según esa visión habría que
despojar al mejicano de su dinero, para repartirlo entre las personas que el
gobierno, en su infinita sabiduría, considere serían los justos
beneficiarios. Sin importar que lo
merezcan o no. El gobierno debería
fomentar la equidad de oportunidades, no la distribución de los patrimonios de
sus ciudadanos.
En países desarrollados,
todos buscan tener fortuna. Emulan los
pasos de quienes lograron hacerla. No
tratan de eliminarlos, porque se perderían fuentes de trabajo innecesariamente. Se apoya el emprendimiento y el libre
comercio. Está claro que Carlos Slim es
absolutamente más hábil que yo para hacer dinero y a pesar de eso, no siento
que debo arrebatárselo, sino seguir intentando.
Es interesante que alguien de América Latina conste como el hombre más
rico del año 2014. Dejó en segundo lugar
a Bill Gates. La fortuna del norteamericano está estimada en 80,2 mil millones de dólares, según Forbes; convirtiéndolo en el segundo hombre más rico del mundo. Bill Gates donó 38 mil millones de dólares a la cardidad mediante su Fundación Bill y Melinda Gates. Esto quiere decir que si no le interesara la filantropía, tendría 118 mil millones dólares de patrimonio neto, superando a Carlos Slim. ¿Qué hubiera pasado si el gobierno de Estados
Unidos hubiera coartado su capacidad de producción? Seguramente no existieran
muchos donatarios, ni trabajos. Por eso
hay que apoyar a quienes generan riqueza, para que con su destreza, la sigan
multiplicando en beneficio de todos.
Limitar los salarios del sector privado, es otra equivocación. Las cosas sin sentido no perduran en el
tiempo. Si no me cree, vea lo que ha
pasado en Cuba y Venezuela. Esos países
aplicaron las fórmulas del comunismo populista que plantea el poder ejecutivo. El resultado es que solamente los gobernantes
tienen privilegios. Al perderse los
incentivos, los individuos de una sociedad prefieren integrar la fila para
obtener productos básicos que dejaron de existir.
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