ESQUIZOFRENIA
En el 2008 Ecuador decidió
incumplir el pago de tres mil millones de dólares de sus bonos soberanos,
cerrando la posibilidad de obtener financiamiento por esa vía. Hasta hace poco, el imperio chino era la
alternativa. Recibimos créditos en
condiciones gravosas garantizados por el petróleo, pero eso nos permitía avasallar
a los países que el gobierno considera nocivos, como por ejemplo, a nuestro
principal socio comercial: Estados Unidos de América. Una vez que China nos exprimió y descartó,
tuvimos que aterrizar a la realidad.
Regresar a los mercados tradicionales para poder pagar los sueldos de
una creciente burocracia, que ya no puede subsistir solamente de los ingresos
del petróleo y nuestros tributos. Por eso, en contra de nuestro soberano orgullo,
el mes anterior el Banco Central usó 464 mil onzas del oro de la Reserva
Internacional de Libre Disponibilidad en una operación de inversión en el banco
de inversión americano Goldman Sachs, para avalar un préstamo para el país con
el fin de cubrir el déficit estatal. Esa
cantidad de oro equivale aproximadamente a seiscientos millones de
dólares.
Mientras tanto, TAME, la
joya de la corona de las empresas del Estado, presentó pérdidas. A pesar de ser una compañía que respalda sus
créditos con bienes estatales, generando competencia desleal y el poder de
mercado definido por la Ley. Todos sabemos lo que sucede en un negocio cuando
no existe un propietario. La naturaleza
humana se encuentra orientada a la satisfacción de los intereses individuales. Si
esa empresa aeronáutica era el modelo, surge la inquietud sobre la salud financiera
de las demás sociedades públicas.
La esquizofrenia es una
enfermedad caracterizada por la alteración de la percepción de la realidad,
llevando a quien la padece a una significativa disfunción social. Es
importante obrar sobre la base de la realidad.
Los dogmas de una ideología no ofrecen soluciones pragmáticas y
generalmente atentan contra el sentido común.
Una cosa es estar en la cancha y otra diferente es postular teorías
desde la comodidad de las gradas. Si fuéramos
prácticos, se hubieran pagado los bonos en el 2008 y no existieran empresas
públicas.
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