CENSURAR INTERNET
Anonymous surge del imageboard 4chan. Comenzó
como un movimiento por diversión, pero desde el 2008 se manifiesta en acciones
de protesta a favor de la libertad de expresión en Internet y en contra de los
derechos de autor y diversas organizaciones públicas y privadas. En sus inicios, los participantes actuaban
solamente en Internet, pero ahora también desarrollan sus actividades fuera de
la red.
A las personas que tienen
poder y dinero, generalmente no les interesa lo que sucede en Internet, pero
deberían, si les interesa su futuro. A
través de este conjunto descentralizado de redes de comunicación se han
expuesto violaciones a los derechos humanos, que han derrocado a los gobiernos
que las cometían. Las dictaduras más
intolerantes han llegado a inhabilitar este medio en sus respectivos países
para bloquear la comunicación con el exterior, pero los internautas del resto
del mundo han ayudado a restablecerla.
Estamos en una época en la
se está decidiendo cómo se manejará el Internet. A todos los gobiernos les preocupa la falta
de censura. Representa un riesgo inmenso
para la autoridad, porque permite al público conocer los actos impíos de la
administración pública. Incluso en países
en que casi todos los medios son controlados por el Estado se pierden las
elecciones, porque los internautas expresan su opinión con libertad a través de
las redes sociales.
El derecho evoluciona
constantemente. Todos los cambios del
mundo han surgido de la desobediencia civil por parte de personas que
decidieron que las leyes vigentes no eran justas. Los patriotas que nos dieron la independencia
fueron considerados criminales en su momento.
Hoy existen personas dispuestas a que se los califique de esa manera con
tal de defender el derecho humano de libre expresión. Puede ser que no compartamos el gusto por lo
expresado, pero eso no significa que un individuo o un sector tengan el poder
para censurar. El límite se encuentra
marcado por la injuria.
No importa si eres católico,
ateo, socialista, comediante o pornógrafo.
Lo primordial es que tu opinión y formas de expresión cuenten. La Constitución permite el derecho a la
resistencia cuando por acciones u omisiones del poder público de las personas
no estatales se vulneren o puedan infringir derechos constitucionales y
demandar el reconocimiento de nuevos derechos.
Una proposición que debería hacer meditar a aquellos censuradores de
oficio que últimamente han surgido desde la oscuridad de su anonimato.
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