TURISMO
Este fin de semana pude
visitar varios puntos turísticos de la costa.
Salimos a las siete de la noche desde Guayaquil y llegamos a las once a
Puerto López, gracias al excelente carretero con el que contamos. Por la mañana del sábado tomamos un bote
hasta la Isla de la Plata para bucear en un paisaje submarino que debe ser uno de
las mejores del mundo. Vimos mantas gigantes
y tortugas verdes. También presenciamos
el espectáculo que nos dieron varios grupos de ballenas al saltar en la
superficie hasta sacar su cuerpo fuera del agua o mostrando su aleta pectoral o
caudal evidenciando su felicidad.
Llevo varias décadas
buceando en la Isla de la Plata, Los Ahorcados y Salango. En muchos de esos buceos he zarpado desde
Puerto López y me sigue asombrando la falta de desarrollo del cantón. Parece un pueblo detenido en el tiempo que no
cuenta con un malecón decente, calles asfaltadas o alcantarillado eficiente,
producto de la falta de obra municipal.
Como el presidente prohibió este año el cobro por entrar a los parques
nacionales para fomentar el turismo, el Municipio de Puerto López ahora cobra
una tasa para que los turistas podamos entrar al parque. Es difícil de creer que a pesar del constante
flujo turístico no exista obra gubernamental.
Solamente esfuerzo del sector turístico privado para sobrellevar todas
las adversidades de las circunstancias, que incluyen extorsión de las
autoridades llamadas a controlar las diferentes áreas.
Menciono el tema de los
carreteros en buen estado porque han ayudado al crecimiento del
turismo interno y receptivo, junto con la posibilidad de que mayor número de
personas hayan podido tener acceso al financiamiento de un vehículo
propio. Por eso Montañita se encuentra
repleto todos los fines de semana, cuando en el pasado tenía pocos visitantes
en esta época del año.
Es importante que los
gobiernos autónomos descentralizados, el Ministerio de Turismo y las
respectivas cámaras de turismo trabajen coordinadamente para fomentar el
desarrollo de una fuente de ingresos sustentable como el turismo. Hasta el momento, los tres sectores han
cumplido su papel parcialmente y pareciera que no existiera una política clara
y técnica en relación a este tema. Lo
ideal sería mantener nuestro atrayente folclor, pero dotando a los centros de
turismo con servicios básicos y urbanismo sin cambiar la esencia de los pueblos
costeros. Dios ya nos regaló la
naturaleza, lo demás nos toca a nosotros.
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