TERRORISMO
El gasto público debería servir para estimular la
oferta agregada, la inversión privada y la innovación tecnológica, contribuyendo
al crecimiento económico y a la generación de empleo. Eso no está sucediendo
porque gastamos deficientemente. Así,
ningún dinero alcanza.
Como no existió voluntad para cambiar el enfoque del
gasto por parte de las autoridades, en los últimos años se han creado impuestos
en aras de solventar diversas crisis.
Por ejemplo: la contribución temporal sobre el patrimonio de las
sociedades, la contribución temporal al patrimonio de las personas naturales,
la contribución única y temporal, la tasa de control aduanero, salvaguardias y
el aumento temporal del IVA en dos puntos porcentuales. Hoy se analiza el incremento del IVA en tres
puntos, el ICE y aranceles para financiar la crisis de la inseguridad
ciudadana, aunque se conoce que la ejecución de los presupuestos de inversión
de la Policía y las Fuerzas Armadas de ambas instituciones no superó el 24 % en
el 2023.
Analicemos los últimos dos meses. En diciembre, en la Ley de Eficiencia
Económica y Generación de Empleo se aprobó la implementación de la auto
recaudación de los grandes contribuyentes, que generará una recaudación de 2300
millones en el 2024. En enero, en la Ley
Orgánica de Competitividad Energética se ordena que los propietarios de
vehículos particulares de combustión interna y otros que se podrán definir paguemos
una contribución del 1% del valor de la matrícula y se cobre el ISD a los
bancos que pagan su fondeo en el exterior, encareciendo el crédito.
No podemos subsidiar las ineficiencias de un Estado
negado a evolucionar. Eso es perder
dinero. En lugar de continuar subvencionando
el gasto público que no beneficia a los contribuyentes, deberíamos centrarnos
en optimizarlo. Para ello, es necesario implementar reformas estructurales que
mejoren la gestión pública, como la focalización de los subsidios a los
combustibles, el combate a la defraudación fiscal y la corrupción; y, la venta
de activos públicos improductivos. Estas
reformas nos permitirían liberar recursos públicos y destinarlos a seguridad
ciudadana, salud y educación.
Comentarios
Publicar un comentario