NICHOLAS MURRAY BUTLER
En 1911 le preguntaron a Nicholas Murray Butler, uno
de los grandes pensadores americanos, cuál había sido el invento más importante
de la humanidad. Su respuesta: las sociedades de responsabilidad limitada.
Invento es la palabra adecuada. Las compañías limitadas son ficciones que
tienen la capacidad de ejercer derechos y contraer obligaciones. Son distintas a las personas naturales que
trabajan en ella o a los socios que las conforman.
Los legisladores ingleses crearon este tipo de
empresas en el año 1599 y con ella, permitieron la constitución de la compañía
Británica de las Indias Orientales.
En el año 1600, la reina Isabel I le otorgó a esa
empresa el permiso para comerciar durante quince años en Asia. El resto es historia.
Antes de la creación de la sociedad limitada, los
inversionistas respondían con su patrimonio y si lo superaba, terminaban en la
cárcel. Podríamos decir que esa no es la
forma más adecuada de motivar la inversión.
En cambio, las compañías limitadas restringen el
riesgo de sus socios hasta el monto total del capital que cada uno aportó. No todos los emprendimientos tienen
éxito. Existe la posibilidad de
quiebra. En este país, es más difícil
liquidar una empresa frente a otros, que ofrecen un ecosistema apropiado para
la inversión.
El Derecho debe evolucionar constantemente. Es la base de la innovación. Si tenemos una legislación que reprime al
libre comercio o que promulga normas para la excepción y no para la generalidad,
no podremos prosperar. Se debe respetar
el derecho constitucional de presunción de inocencia. La culpabilidad tiene que ser probada por
quien la alega.
Nicholas Murray Butler, obtuvo el premio Nobel de la
Paz en 1931 por su apoyo al pacto Briand-Kellog o también llamado pacto de
París, en el que quince naciones se comprometieron a no usar la guerra como un
mecanismo para soluciones a conflictos internacionales. También presidió las conferencias del Lago
Mohonk sobre Arbitraje Internacional y la sección americana de Conciliación
Internacional. Además fue presidente de
la Universidad de Columbia. Se hubiera
llevado muy bien con nuestro presidente.
Murray Butler tiene varias frases célebres, pero esta me
llamó la atención: “hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas
pasen; los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó”. No seamos los del último grupo. Innovemos a través de leyes que nos permitan competir
y producir. Evitemos legislar para las
excepciones. Construyamos un poder
judicial independiente que imparta justicia.
Función primordial del Estado.
Promovamos el arbitraje nacional e internacional como una forma
alternativa de resolver los conflictos en forma expedita para ofrecer seguridad
jurídica a los capitales que quisieran venir.
El mundo favorece a los países que ofrecen confianza.
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