EL ANIVERSARIO
Anoche tuve el honor de
asistir al aniversario de fundación número cincuenta de una empresa
familiar. El 90 % de las compañías del
mundo son familiares. Por eso no se
entiende el motivo para que un gobierno agreda a la sociedad civil
incrementando el impuesto a la herencia.
Los países más competitivos no
castigan a sus ciudadanos con impuestos a la herencia, porque desmotivan el
interés de formar un patrimonio. Los
patrimonios son resultado del esfuerzo y riesgo. Representa el saldo legítimo después del pago
de diferentes tributos que el fallecido realizó en vida. Es maravilloso poder celebrar a una empresa
que ha triunfado en la libre competencia y no por favores especiales del
gobierno.
El año pasado, el país
proclamó masivamente que #MiTrabajoEsParaMisHijos. Las personas no trabajan para mantener a los
burócratas de un gobierno que gasta improductivamente más de lo que le
ingresa. Igual que un drogadicto al que han
despojado de su dosis de ingresos por los altos precios del petróleo, el
gobierno intenta arrebatarle todo lo que pueda a los ciudadanos, a pesar de que
debería hacer lo contrario, esto es: promover el crecimiento económico.
En su afán recaudatorio, el
socialismo del siglo XXI alega que el impuesto a la herencia será cobrado
solamente a los que poseen un patrimonio superior a ciento setenta y siete mil
dólares. Parte de la premisa equivocada
de que las sociedades son inmóviles, es decir, que el pobre seguirá siendo
pobre y el rico siempre será rico; cuando lo que se debe impulsar es la
generación de la mayor cantidad de oportunidades para que los pobres lleguen a
ser ricos. Así crece un país: en el
momento en que más personas tienen mayor poder adquisitivo.
El que una tercera generación
logre, vía herencia, la propiedad de una empresa no garantiza nada. El mundo evoluciona. Tal vez el producto que vende la compañía
heredada ya no sea necesario o los herederos no sean lo suficientemente hábiles
para mantener a la compañía competitiva.
Si los herederos no son eficientes, la empresa tampoco perdurará y el
dinero se diluirá en la sociedad, ofreciendo oportunidades a terceros. De hecho, el 75 % de las empresas familiares
no sobreviven a la tercera generación.
Es importante que los accionistas de la compañía hayan planificado con
anticipación cómo se producirá la sucesión de manera ordenada, para mantener
eficiente la gestión administrativa.
En el aniversario que
presencié, la familia dueña había promovido la creación de una fundación
dedicada a fomentar con la cultura y la educación. Eso se logra solamente mediante el éxito
empresarial. La mayoría de las personas
que lo obtienen quieren devolverle a la sociedad lo que han recibido de ella,
pero en libertad. Para los socialistas
del siglo XXI las donaciones son obligatorias, lo cual es un contrasentido.
Para lograr más exportaciones
no petroleras se deben firmar acuerdos de libre comercio que amplíen nuestro
mercado de consumidores a miles de millones de personas, que además nos
permitirán adquirir conocimientos tecnológicos que no tenemos. Hay que bajar los impuestos para que se
reactive el comercio y conquistar capitales que vengan a generar más
emprendimientos y fuentes de trabajo.
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