CREATIVIDAD
El “campo de realidad
distorsionada” de Steve Jobs impulsaba a los ingenieros de Apple a construir lo
inimaginable. Inspiraba a los diseñadores
a realizar lo imposible “porque no sabían que lo era”.
En el mismo orden de ideas,
Sebastián Piñera, declaró en televisión nacional que 1.2 millones de
estudiantes de escuelas públicas estarían en clases cuando terminen sus
vacaciones de verano. Los centros de
educación habían sido destruidos o severamente dañados en el terremoto y
tsunami del 27 de febrero del 2010. La
promesa no había sido previamente consultada con el Ministro de Educación de la
época, Joaquín Lavín, pero él inmediatamente se dedicó a ejecutar. El presidente fijó ese objetivo porque los
educandos no podían dejar de formarse como consecuencia del sismo. Hubiera generado un problema social.
La creatividad fluye entre
personas preparadas cuando existe presión.
El gabinete de Piñera, en su mayoría, no tenía experiencia
política. Estaba conformado por exitosos ejecutivos del sector privado que
querían retribuir a Chile por lo todo lo recibido.
El gobierno decidió que
cualquier lugar podría ser usado como salón de clases, incluyendo iglesias,
estaciones de policía o refugios temporales.
El presidente medía los avances con indicadores de metas por fechas. Una de las iniciativas surgió de Industrias Metalúrgicas
Paredes S.A., conocida como Metalpar. Reacondicionó
buses de Transantiago, para que funcionen como salones de clases. Le pusieron aislante al piso, lados y
techos. Agregaron escritorios,
convirtieron el espacio del motor en lugar de almacenamiento y sacaron las
llantas. Esos buses escuelas permitieron
que se educaran ciento cuarenta alumnos.
En Guayaquil se han implementado donaciones innovadoras como casas
containers y casas de fibrocemento, que podrían ser replicados a bajo costo por
los gobiernos seccionales de las zonas afectadas con el apoyo del gobierno
central como soluciones habitacionales y de comercio.
Sin importar la ubicación, los
estudiantes chilenos regresaron a clases el 26 de abril del 2010, la fecha
fijada por el presidente. Durante el
proceso el gobierno comprobó que la estimación inicial de seis mil quinientas
escuelas dañadas había sido excesiva y que fueron evacuadas
innecesariamente. Solamente cuatro mil
quinientas tuvieron que ser reconstruidas o reemplazadas, reduciendo el
presupuesto para la redificación.
El gobierno central permitió
que cada región desarrolle el plan para reparar las escuelas, porque conocen
mejor el terreno. Muchas veces los
alcaldes propusieron nuevas ubicaciones y mejoras sustanciales.
El terremoto puede ser una
oportunidad para la regeneración urbana, sin afectar las costumbres de los
habitantes de las zonas afectadas. Estableciendo mejores mecanismos de
comunicación ante desastres naturales y protocolos para reaccionar ante
ellos.
Hasta el momento solamente
hemos visto un gobierno que aprovechó la tragedia para intentar corregir el
déficit fiscal como consecuencia de su excesivo gasto improductivo, aplicando
más tributos a una economía debilitada que ya paga demasiados impuestos. Seguimos a la espera de muestras de
creatividad, solidaridad y
corresponsabilidad por parte del sector público, como ocurrió en Chile.
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