JUNTOS
Estoy conmovido por las personas
que fallecieron o resultaron heridas por el terremoto. Impresiona observar las consecuencias del
sismo. Pareciera que estamos viendo noticias
sobre otro país. Cuesta asimilar lo que
nos ha pasado, pero también ha ocurrido algo bueno: la sociedad civil se ha organizado para
socorrer.
Estamos trabajando unidos a través
de una iniciativa ciudadana. Un país que
trasciende ideologías, partidos políticos, equipos de futbol, clasificaciones o
afinidades. Enfocados en ayudar con
vituallas o solamente con nuestras manos. Trabajando codo a codo con personas
que no conozco. Una sensación que
quedará grabada en mi memoria. Símbolo de que lo que se puede lograr cuando
existen buenas intenciones.
Es importante tomar conciencia de que
aunque nos debemos mover con agilidad para solventar las necesidades urgentes
de nuestros hermanos, esto va para largo.
No será una carrera de velocidad, sino de fondo, por lo que el apoyo en logística,
vituallas, dinero y voluntarios deberá mantenerse activo durante algún tiempo.
Solamente los técnicos preparados
para estos eventos deben acudir a las zonas de desastre, caso contrario serán
estorbo. Existe el riesgo de un problema
sanitario y el ambiente es siniestro. La
ayuda de los demás sigue siendo importante en todos los demás ámbitos. Cada uno debe apoyar desde la trinchera en la
que opere mejor.
Agradezco a Dios porque mi familia
y el equipo de colaboradores con el que trabajo se encuentra bien. En correspondencia, nuestra misión será
encontrar todos los caminos posibles para auxiliar a quien lo requiera. Mis plegarias y acciones para quienes no
sobrevivieron; los que se encuentran en malas condiciones; buscan a seres
queridos desaparecidos; los rescatistas que arriesgan sus vidas; los médicos
que se desplazan a los lugares más peligrosos; a los bomberos de Guayaquil y
Samborondón y al Municipio de Guayaquil, que están organizando la entrega de
las donaciones con eficiencia; a la ayuda internacional que vino antes de ser
solicitada; a las personas valientes que siguen produciendo por el país y todos
aquellos que donan y trabajan voluntariamente por solucionar la situación de
los habitantes afectados por estos movimientos telúricos.
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