EL MILAGRO
En los últimos ocho años,
alguien mencionó que se había producido el milagro ecuatoriano. Cuando analizo los gráficos de la historia
económica de los últimos años, veo que el PIB crece y decrece según el precio
del barril de petróleo (WTI). No existe
milagro. El gobierno actual pensó que el
precio del petróleo se iba a mantener alto para siempre y elaboró una
Constitución en la cual, el sector privado puede invertir por excepción. Su modelo económico se basa en el crecimiento
sustentado por el sector público, que hoy se ha incrementado hasta representar
el 53% de la inversión total. Sin el
precio de petróleo alto, el sector público ha parado sus inversiones.
No se fomentó la
productividad, pero se atacó al empresariado.
Se aumentaron los impuestos y la recaudación tributaria. El presupuesto del Estado creció desde diez
mil millones de dólares hasta 36 mil millones de dólares. El gasto público se triplicó, haciendo que el
déficit fiscal creciera. Ante esta
situación, el gobierno comenzó a contraer deuda externa e interna, triplicándola
desde el 2009 hasta la actualidad. Como
quien usa la tarjeta de crédito para cubrir sus gastos cuando los ingresos se
reducen.
Simultáneamente se aplicaron
normas técnicas y cupos para restringir las importaciones. Se reguló la publicidad y se promulgó una
legislación laboral que fomenta el desempleo.
La tramitología creció hasta límites que el propio presidente no pudo
creerlo cuando los gremios empresariales le presentaron una diapositiva que así
lo explicaba.
En lugar de salir a vender más
al mundo, el gobierno decidió que las importaciones eran malas para el
país. Y en marzo de este año, impuso
salvaguardias que van desde el 5 hasta el 45 %.
Aplican para los más variados productos.
Inmediatamente decrecieron las importaciones de materias primas y bienes
de capital. Se volvió más caro producir
en el Ecuador y la inflación subió. Una vez
más, los comerciantes fueron los culpables.
El contrabando desde Colombia
y Perú se incrementó como consecuencia de estas medidas; de la apreciación del
dólar frente a las monedas de los países vecinos y la depreciación de las monedas
de Colombia y Perú, permitiendo que los ecuatorianos tengamos mayor poder
adquisitivo en esos países, mientras que los productos y bienes que se
comercializan en Ecuador subieron de precio.
Habría que analizar cuánto pierde el Estado en recaudación de impuestos
como consecuencia del contrabando y la pérdida de competitividad que las
salvaguardias generan.
Comentarios
Publicar un comentario