FIRST IN, FIRST OUT
Es un método para registrar el
valor del inventario. Presume que el
primer producto ingresado en la bodega será el primero en salir y por eso,
señoras y señores, los oficialistas alegan que los precios no deben subir, a
pesar de las salvaguardias. Olvidando
que tarde o temprano, el dueño del negocio, tendrá que aumentar los precios porque los costos de reposición del inventario
se incrementaron como consecuencia de las sobretasas aplicadas por el COMEX. Encareciendo los productos en perjuicio del
consumidor, generando inflación y haciendo que se requiera más capital para
emprender un negocio y reponer el inventario.
El petróleo está en un precio
que los últimos ocho presidentes hubieran anhelado, pero para el actual, es muy
bajo. No puede administrar la cosa
pública con ese precio. El gobierno
propone que venga la inversión extranjera, pero se aplican las salvaguardias,
no como una medida técnica, sino como una decisión política para que el Estado
siga gastando más de lo que ingresa.
Succionando nuestro dinero para continuar tomando medidas populistas. Esa falta de reglas claras nos ha ubicado en
la posición 103 de Inversión Extranjera Directa, junto a Libia, Lituania y Liberia. Chile está 84 puestos mejor que nosotros.
Las salvaguardias se suman a
restricciones comerciales que ya venían aplicándose y que incluyen cupos a la
importación y normativas técnicas; fomentando el contrabando, el desempleo y la
morosidad. Aparentemente, solamente
existe un beneficiado: el gobierno; aunque habría que ver, porque cuando
algunos productos dejen de tener precios competitivos o salgan del mercado, el
SRI podría percibir una menor recaudación, directamente proporcional a la
reducción en las ventas del sector productivo.
El comercio genera riqueza, al
contrario de lo que los socialistas piensan.
Es una de las actividades más antiguas de la humanidad. Se remonta al neolítico, cuando se descubrió
la agricultura. Nos ha permitido tener
al alcance productos de todo el mundo.
Gracias a que algunos emprendedores asumieron un riesgo, muchas personas
pueden percibir sueldos y el Estado, sus preciados impuestos. Lo que los pobres necesitan es más
comerciantes que ofrezcan empleo, no la limosna estatal que proviene de la
productividad vía tributos. El Estado,
en cambio, es improductivo.
La solución no es comprar
menos, sino venderle más al mundo. Impulsar
el libre comercio. Las salvaguardias contraen más el mercado. No se requieren, porque este se regula
solo. Algunas personas piden soluciones
inmediatas para eliminar el déficit fiscal.
Aquí van cuatro: no endeudarse con préstamos de chulquero para pagar
deuda pública; permitir que vengan todos los bancos posibles para inyectar
dólares a la economía; seguridad jurídica para que regrese la inversión y por
Dios: reducir el ingente ritmo de gasto superfluo del gobierno. Medidas a largo plazo: firmar acuerdos de
libre comercio para fomentar las exportaciones y continuar promoviendo el
turismo receptivo.
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