ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO
Nicolás Maduro es un
personaje que mantiene vigente nuestro realismo mágico. Porque hay que ser osado para declarar que el
fallecido Hugo Chávez, influyó desde el cielo para que el cardenal argentino
Jorge Mario Bergoglio sea electo como el primer papa de origen
latinoamericano. Un nombramiento que nos
llena de esperanzas a los católicos de la región. Habría que constatar si el alma de Chávez está
en el cielo, en el purgatorio o en el infierno; como para convocar una
constituyente y ejercer autoridad sobre Cristo.
Pareciera que Maduro tiene contactos divinos que le permiten aseverar
este tipo de cosas. Los políticos pocas
veces bromean en sus anuncios, sacrificando la posibilidad de enviar un mensaje. Este denota la desesperación del chavismo en
aferrarse al poder, para que no se destapen las alcantarillas de lo que han
hecho con Venezuela. Da pena. Chávez solamente deja una herencia de dos mil
millones de dólares. Y la fortuna de sus
padres suma varias decenas de millones de dólares. Uno se pregunta cómo una familia que hace
catorce años era humilde cuando Chávez se posesionó como Presidente, hoy maneja ingentes recursos.
Los revolucionarios que
deciden enfrentarse con casi todo el mundo terminan sin escapatoria. Viven
multimillonarios. Encarcelados en los
límites de sus países. El triste
desenlace de los líderes que cayeron durante la primavera árabe lo demuestra. Las masas cansadas del abuso, los encontraron
en escondrijos miserables, que no tenían relación con las inmensas fortunas que
amasaron a costa del sufrimiento de sus pueblos y que al final no les sirvió
para nada. Por eso los tiranos tienen
que perpetuarse en el poder. Chávez, un
líder con un carisma indiscutible, fue un genio hasta para concluir su carrera. Hoy es un héroe y serán las futuras
generaciones quienes tendrán que pagar, esperemos no con sangre, sus
desaciertos en el manejo económico.
Los Castro deben estar
preocupados con la posibilidad de que cese el apoyo de esos barriles de
petróleo que Venezuela les regala diariamente por decisión del omnipotente
Chávez. Porque el sistema económico de
Cuba solamente sirve para que los
gobernantes vivan como reyes o como un amigo comentó: son capitalismos brutales
que explotan al pueblo en favor de la clase gobernante. En todo caso, esperemos que al papa Francisco
y a los venezolanos les vaya bien en los
próximos años. Son tiempos
interesantes. Que Dios nos ilumine.
Comentarios
Publicar un comentario