ARRECIFES ARTIFICIALES
Un arrecife artificial es
una estructura sumergida colocada de manera deliberada sobre el suelo marino
para imitar alguna de las características de un arrecife natural y generar vida
acuática. Se ubican en zonas arenosas y previamente se elimina
cualquier elemento contaminante. No
existe un modelo único, por lo que se pueden crear incluso obras de arte
submarinas. Hace aproximadamente doce
años sugerí a la Armada iniciar un programa de arrecifes artificiales para
fomentar el turismo y el deporte.
Rechazaron mi proyecto por desconocimiento, pero el Ministerio de
Turismo se quedó con la idea. Finalmente
la DIGEIM, la Cofradía de Amigos del Mar
y FUNDEMAR decidieron hundir en el 2002 el BAE Antisana, un tanque y un
avión. Lo hicieron en un sector de Bajo
Radio en Salinas, sobre un arrecife natural y en medio de fuertes
corrientes. Resultado: detrimento al
arrecife natural, dificultad de acceso a los turistas con poca experiencia de
buceo y destrucción de los objetos hundidos como consecuencia de las condiciones
naturales desfavorables.
Hace dos años, por
iniciativa de la comuna de Ayangue, se colocó un altar sumergido cerca del
Islote de El Pelado. Rápidamente se
convirtió en un atractivo que todos los submarinistas visitamos. Por eso, celebro el hundimiento del LAE Rigel
en la zona del arenal ubicado cerca del Islote de El Pelado. El plan fue coordinado conjuntamente por el
INOCAR, SENPLADES, operadores de buceo, Ministerios de Turismo y de Medio
Ambiente. El barco quedó perfectamente
ubicado en el fondo y señalado con una boya para que las embarcaciones de buceo
puedan amarrarse a ella sin tener que anclar, evitando dañar el fondo marino. Este hundimiento favorecerá el desarrollo del
turismo en las poblaciones de Ayangue, Palmar, San Pedro y Valdivia; desde
donde zarpan embarcaciones con buzos.
El desarrollo de programas
artificiales como el de la Florida (Estados Unidos) comenzaron en 1970 y desde
esa época reflejan éxitos incuestionable.
Varios destinos de buceo del mundo fomentan esta práctica porque
incrementa el número de lugares que los buzos turistas pueden visitar. Se ubican en sitios equidistantes a
poblaciones que aspiran impulsar ese tipo de actividades. Los arrecifes artificiales contribuyen además
a descargar la presión turística que sufren algunos arrecifes naturales. Se ha
comprobado que es mejor negocio para un gobierno crear arrecifes artificiales
con las naves que las Fuerzas Armadas dan de baja, que su venta por
partes. A largo plazo originan más
ingresos por concepto de restaurantes,
transportación, hospedaje, operadores, impuestos y todo lo que el turismo implica
en beneficio de la sociedad. Ojalá se continúe
con este programa, favoreciendo a otras poblaciones costeras. Sugiero hundir aquellos barcos embargados sin
valor comercial que se encuentran frente a La Libertad y que están en poder del
Ministerio de Finanzas con la ilusión de un valor contable. Hasta
eso, felicito a las autoridades por fomentar el turismo interno y receptivo de
esta manera.
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