LA REVOLUCIÓN DE LAS COMPRAS PÚBLICAS

Dudo que la revolución cubana tenga el nivel técnico de medicina que proclaman haber alcanzado.  No existe profesional en el mundo que pueda afirmar que se encuentra actualizado sin conexión a Internet y Cuba tiene un índice de conectividad bajísimo.  La revolución ciudadana también se jacta de que uno de sus logros ha sido mejorar la salud de los ecuatorianos porque han comprado equipos médicos de alta tecnología en grandes volúmenes.  Pero no existen técnicos especializados que los manejen.  Lo mismo sucede con la educación.  Han comprado gran cantidad de materiales educativos, pero no se han preocupado por capacitar o seleccionar profesores calificados, razón por la cual, Ecuador tiene una de las más altas tasas de deserción escolar.    Pareciera que ciertos Ministros están más interesados en comprar equipos que en los resultados finales.

El Gobierno promueve criminalizar la conducta de no afiliar a los empleados al IESS.  Lo que no se ha tomado en consideración es que muchos empleados piensan que su afiliación es una carga económica innecesaria por el deficiente servicio que brinda el IESS en el área sanitaria, a pesar de que la institución ha logrado ciertas mejoras en los últimos tiempos al tercerizar servicios mediante clínicas privadas.  Los ecuatorianos preferiríamos tener la libertad de elegir entre un seguro médico privado y el IESS.   Si se aprueba esta pregunta, las empresas formales no tendrán inconvenientes en caso de que se convierta en delito penal una omisión que es meramente administrativa en cualquier país desarrollado.  Su aceptación equivale a involucionar a la época de prisión por deudas.  Los que podrían ser perseguidos con esta arma serían las familias que no afilien a sus empleados domésticos o los pequeños empresarios informales.  ¿Por qué no cuestionamos si es inmoral o no que el Estado le deba 9.817 millones al IESS, de los cuales 4.100 millones son responsabilidad de este Gobierno mientras siguen muriendo neonatos en cajas de cartón después de que los Ministros han comprado los mejores equipos médicos? Tal vez, sería mejor aceptar que ningún Gobierno es capaz de administrar centros educativos, hospitales y farmacias públicas eficientemente y que esos servicios deberían ser manejados por particulares.