FANTASMAS DEL PASADO
Contemplo con tristeza a ciertos políticos del ayer transitando el presente. Aquellos que ostentaron el poder formando parte de las filas del PRE, la Izquierda Democrática, el PSC, Partido Socialista Ecuatoriano, Partido Comunista, CFP, Democracia Cristiana y otros movimientos cuyo nombre hoy he olvidado. Circulando en vehículos antiguos. Vendiendo sus propiedades. Cavilando con la esperanza de conseguir nuevamente aquel negocio del sector público que ayude a pagar las cuentas acumuladas. “Uno más” se repiten a sí mismos. Cuestionan el por qué ya no pueden realizar algo que en el pasado ejecutaban con facilidad y que hoy, nuevos personajes logran con soltura. Me pregunto por qué son incapaces de producir en el sector privado. Así son las revoluciones. Un cambio de los protagonistas en la novela de la historia.
El poder es pasajero. Hoy se creen intocables. Mañana podrían estar pagando ingentes sumas de dinero a abogados contratados para recuperar la visa americana retirada o defendiéndolos del enemigo al que le arrebataron un contrato público. Enfrentándose a juicios por peculado. Tratando de retornar al país para reintegrar a su familia. Confrontando a aquellos que humillaron innecesariamente, o a ese que se resintió por alguna omisión o acto que no estuvo dirigido a él, pero que afectó sus intereses.
En diez o veinte años vendrán nuevos nombres. Flamantes partidos políticos. Argumentos inéditos. El cambio es inevitable. Todo funcionario público de alto nivel debe prepararse para esa transición. Las mentiras de hoy, los perseguirán mañana. Sugiero integrar en lugar de dividir. Generar empleos para que las personas vivan libres. Combatir la delincuencia con vehemencia. Refundar la Función Judicial. Es cuestión de analizar cómo uno quiere escribir determinados capítulos de la vida. Decidir ser recordado por haber servido o por haberse servido. Todos los gobiernos terminan. Todo tiene un final.
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