SEGUROS DESDE JAPÓN
No existe duda de que el terremoto y el tsunami que azotaron Japón el 11 de marzo son eventos significativos desde el punto de vista humano y de los mercados reaseguradores. Las pérdidas estimadas por el terremoto fluctúan entre los 15 y 35 billones de dólares según un modelo realizado por AIR Worldwide. Estas cifras todavía no consideran los siniestros causados por el tsunami. Se esperan reclamos en los seguros de ramos generales de riesgos residenciales y comerciales, seguros agrícolas, responsabilidad civil y seguros de personas. Los siniestros de lucro cesante también se producirán en Estados Unidos porque algunos de los negocios de ese país no podrán laborar sin los productos importados del Japón. Los reclamos en el ramo de casco de buque, especialmente en reaseguro, esperan ser recibidos desde Japón, California, Hawai y Latinoamérica, donde las consecuencias del tsunami afectaron flotas pesqueras y botes en puertos y muelles. Los riesgos nucleares generalmente se encuentran excluidos en las condiciones de los seguros de ramos generales, aunque las plantas de energía podrían tener cobertura.
En general, las compañías de seguros domiciliadas en Japón y la industria aseguradora mundial soportarán la crisis del mayor siniestro de la historia con la excelente fortaleza financiera que mantenían antes del 11 de marzo. Las reservas catastróficas japonesas hasta esa fecha eran de US$ 31 billones de dólares. Las aseguradoras del Japón acumularon US$ 6 billones en reservas para absorber riesgos de terremotos que afecten residencias. Adicionalmente, la mayoría de las aseguradoras importantes mantenían una tendencia de ganancias estables. Se espera que las aseguradoras japonesas más importantes tengan que indemnizar US$ 14 billones. Debido a que las áreas afectadas por el terremoto y el tsunami se consideran zonas no industriales y mas bien son pueblos dedicados a la pesca y a la agricultura, son las cooperativas de seguros las que tienen una fuerte presencia en la zona. Esas sociedades serán afectadas severamente.
El terremoto ocurrido en Niigata (Japón) en junio de 1964 motivó la instauración de un sistema de seguros contra terremotos que cubre exclusivamente el riesgo de viviendas, con el fin de que las víctimas puedan reconstruir sus domicilios. En 1966 el gobierno japonés en conjunto con compañías de seguros de ramos generales, fundaron la Japan Earthquake Reinsurance Co. Ltd. (JER). Las pérdidas o daños causados indirecta o directamente por cualquier terremoto, erupción volcánica o tsunami a las casas serán indemnizados por JER; con capacidad de absorber pérdidas de hasta US$ 67 billones por evento. Los japoneses son la nación más preparada del mundo para este tipo de desastres.
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