PARCHES
El Estado percibió menos
ingresos por la venta de petróleo y por recaudación de impuestos. Las soluciones para mejorar los ingresos de
las arcas públicas y el empleo adecuado siguen siendo las mismas: crear nuevas
modalidades contrato en el Código de Trabajo, bajar los impuestos, firmar más
acuerdos comerciales y reducir la tramitomanía a lo mínimo indispensable. Estas soluciones servirán independientemente
del coronavirus o cualquier otra crisis a lo largo del tiempo. Son transversales en favor de todos los
grupos sociales, menos de los que medran de la burocracia.
Hasta el momento, el gobierno
se ha concentrado a través de diferentes proyectos de ley, en equilibrar su
déficit para mantener un modelo económico basado en el que la población
económicamente activa mantenga, vía impuestos, un sistema burocrático que
equivale al 37 % del PIB. Un Estado
gigantesco que no revierte los impuestos en inversión social sino que se
concentra en pagar el gasto público improductivo.
Han existido también buenas
reformas que simplifican la vida de las microempresas a través de la Ley de
Simplificación Tributaria, recientemente aprobada, en la que se establece un
régimen impositivo simplificado para este tipo de negocios. La reforma más
importante para este grupo es una tarifa del Impuesto a la Renta del 2% sobre
los ingresos brutos. Además, estas empresas no serán agentes de retención de
IVA y de Impuesto a la renta. Pero, en general, esa ley se dedica a crear nuevos
tributos o al restablecimiento de otros.
El modelo ecuatoriano actual
favorece a unos pocos, pero perjudica a la mayoría, restando
oportunidades. Si se implementan las
soluciones aquí planteadas, el Estado percibirá mayores tributos vía volumen de
transacciones. Pero para eso, habrá que
perseverar en la batalla contra el statu quo que se beneficia de un modelo que
fomenta la corrupción.
Requerimos una reforma
estructural. No parches.
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