LIQUIDEZ PARA RESPIRAR
Aunque este virus no distingue
al rico del pobre en cuanto al contagio, sí discrimina en relación a cuánto
ahorro y crédito tiene la persona para subsistir durante la cuarentena. De
allí, que la mayoría no pueda cumplir con el aislamiento para salvaguardar su
propia vida y la de su familia.
Toca analizar cómo hacemos
para que cada uno cumpla su rol. Hay que felicitar al gobierno central por las
decisiones valientes con la que ha gestionado la situación mientras enfrenta
obligaciones por el gasto público improductivo, pagos por la emisión de deuda y
la caída del precio del petróleo.
Sugiero tomar el camino de
facilitar la producción y reducir el gasto público improductivo. El Estado no
debería financiar la campaña de los candidatos a diferentes cargos de elección
popular (145 millones). Tiene que hacer
recortes en lo que no es esencial y promover la eficiencia. Eliminar el subsidio
a la gasolina y al diésel. Con el precio
a la baja nadie sentiría el impacto e ingresaría dinero a la caja fiscal. Todo
este ahorro debe reorientarse a la salud pública.
Promulgar impuestos en forma
de salvaguardias, timbres cambiarios o cualquiera de sus parientes sería crear
una crisis económica post coronavirus. Promover el proteccionismo tendría las
mismas consecuencias. Concretar el apoyo de multilaterales y obtener
refinanciamientos es el camino. También facilitar la libre importación de
insumos médicos y asegurarse de que no pase por la habitual mafia de corrupción
estatal.
Es momento de que la banca
pública inyecte liquidez en los medios de producción para permitir el
aprovisionamiento ininterrumpido de los bienes.
Es la ocasión para diferir o
aplazar las obligaciones a cumplir con el IESS, SRI SENAE, servicios básicos,
banca pública y privada. La inflexibilidad laboral del Ecuador complica
mantener los puestos de trabajo en negocios que están cerrados o casi cerrados
y por lo tanto, sin liquidez. Para
proteger empleos se debería permitir el acuerdo de suspensión de pagos de
sueldos y mientras tanto, el IESS debe conceder a los trabajadores cobrar, sin
condiciones, el seguro de desempleo y el fondo de cesantía hasta que
los negocios retomen sus labores habituales.
Esta enfermedad se cura con
solidaridad. Saldremos adelante
fortalecidos con una nueva visión de país.
Cuidándonos los unos a los otros.
Somos lo mismo: seres humanos que queremos vivir. Un abrazo.
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