EMPLEO ADECUADO
Supongamos que mañana un
trabajador quiere convertirse en emprendedor. Tendrá que contratar personal. Y
bajo la legislación laboral actual, esa decisión intimida por varios motivos.
El primero, es que el
emprendedor arriesga su patrimonio familiar, pero no sabe si el negocio
resultará. Tiene que iniciarlo con cautela para conocer lo que funciona.
En esas circunstancias,
contratar a un trabajador a plazo fijo, como se promueve desde el Estado, no resulta
realista. Por eso es importante impulsar
el contrato por emprendimiento, que le permite al empresario a alargar el
periodo de prueba durante tres años, hasta que se conozca si el negocio
comienza a ser exitoso y si la relación laboral es productiva para las partes.
Si la contratación laboral
deja de ser inflexible, se permitirá que cinco millones de desempleados puedan
acceder a un empleo adecuado a través de emprendimientos y empresas que ya
estaban en el mercado.
Evitar la rigidez laboral es
una solución transversal que solucionará la falta de empleos para jóvenes
inexpertos, inmigrantes y personas mayores de cuarenta años.
Una reforma de este tipo
permite que se active el consumo gracias a los ingresos de una población que se
integra a la fuerza laboral activa. Crecen las compañías, contratan más
personal y el Estado recauda más impuestos. Ganamos todos.
El segundo motivo, es que
poner en marcha una empresa en Ecuador toma cuarenta y nueve días hábiles
gracias al exceso de tramitología. En definitiva, el emprendedor se tiene que
cruzar de brazos durante un poco más de dos meses.
En Colombia no ocurre eso. Un
negocio puede iniciarse en once días. En Chile, en una semana y en Gran Bretaña
en una hora por internet. Es menester que tanto el gobierno central, como los
seccionales y las instituciones de control, seguridad y calidad reduzcan el
trámite a lo mínimo indispensable. El objetivo debe ser lograr la eficiencia y
eficacia necesaria que permita abrir un negocio en Ecuador rápidamente. Para
atraer a los inversionistas y no repelerlos hacia países de la región que son
nuestra competencia.
Trabas al comercio como las
generadas por el INEN tampoco ayudan. Encarecen el precio final de los
productos, reducen el capital para contratar e invertir y desmejoran la calidad
de vida de los ecuatorianos. Más sencillo sería que se homologuen las normas de
calidad que el resto del mundo usa.
El tercer motivo son los
impuestos excesivos. El Estado nos cobra aranceles más altos que el promedio de
la región; tributos que deberían ser derogados; impuestos municipales; aportes
al IESS; tasas a organismos de control, y un largo etcétera. Todo eso hace que
nos quede menos dinero para invertir, contratar y consumir.
Los tres factores mencionados:
rigidez laboral, tramitología y exceso de impuestos, son los que mantienen a la
población económicamente activa sin acceso al empleo adecuado.
Comentarios
Publicar un comentario