NUESTRO PARAÍSO TERRENAL
Solamente existen dos modelos económicos: el del libre
mercado y el de la economía planificada.
El modelo del libre mercado acepta no tener todas las soluciones y que
la libertad individual debe prevalecer para progresar.
El modelo de la economía planificada le otorga poder a
un mesías que tiene todas las respuestas para construir un paraíso terrenal en
el que no existen egoísmos ni preocupaciones por cosas materiales. Promueve la creación de un ser humano superior:
un hombre nuevo dicen los comunistas. Por
lo tanto, el que no quiere obedecer, en beneficio de la sociedad, es
clasificado como egoísta y debe ser reprimido.
El inconveniente con la economía planificada, es que
no funciona. El hombre necesita libertad
individual para innovar y vivir. Ese
sistema ha instaurado dictaduras hereditarias, como la de Kim Jong II en Corea
del Norte y la de los hermanos Castro en Cuba.
También fue instituida en Alemania Oriental, por las fuerzas opresoras
rusas. Todos estos casos causaron y
causan escasez, opresión; la existencia de un partido único de gobierno (sin
elecciones) y eliminación de la libertad de expresión y opinión.
Los dos modelos económicos buscan el bienestar
general, pero el Índice de Competitividad Global 2017-2018 revela que a los
países con economía libres provocan mejor calidad de vida en favor de sus
habitantes. Por ejemplo: Suiza, Estados
Unidos, Singapur, Holanda, Alemania y Hong Kong.
Ecuador viene cayendo consistentemente en ese ranking
desde el año 2009, pasando del puesto 44 al 97 entre 138 países. Según este
índice, los mayores problemas para hacer negocios en el país son el cambio de
reglas constantes, las altas tasas impositivas, las restricciones a la
contratación laboral, la corrupción y la burocracia ineficiente.
Ecuador promueve la economía planificada por la SENPLADES. Y a pesar de los pobres resultados obtenidos
y el dinero que dilapidan por la mala administración pública y la corrupción
sin el control necesario de los poderes del Estado, tienen el descaro de pedir
el incremento del impuesto a la renta para cubrir el hueco fiscal causado por
ellos, no por la sociedad civil.
La vicepresidencia de la república tiene una nómina de
228 empleados con un rol de pagos mensual de 373 mil dólares en sueldos. ¿Cuánto tendría que producir una empresa
privada para sustentar ese nivel de gasto? ¿Qué función en beneficio de la
sociedad civil cumplen todos estos funcionarios públicos a los que tenemos que
mantener vía impuestos?
Las personas que promueven la economía planificada
solamente buscan un puesto público. No
les interesa producir en forma sustentable.
Quieren acomodarse personalmente en un sistema que no permite el
disenso. Requiere lealtad absoluta al
partido único, quien es el que decide beneficiar o perjudicar al
individuo.
La economía planificada alega solidaridad. Ese enunciado mal aplicado, permite la
existencia de monopolios públicos como el IESS.
Y con esa excusa, la institución evita que los aportantes conozcamos
cuánto tenemos en la cuenta individual en la que ahorramos para nuestra jubilación. O que podamos saber cómo andan las finanzas
de esa institución, a la que todos pagamos mensualmente, pero el gobierno es
quien la controla. Debería existir
transparencia con las cifras.
Que un administrador no presente las cuentas es
inadmisible en la empresa privada, pero en los regímenes de izquierda no es
necesario, porque todo se justifica para lograr el paraíso terrenal.
La economía planificada ha sido nefasta para el
Ecuador. Los hechos demuestran que es
vital que busquemos el camino del libre mercado, que es el que ha permitido
prosperar a todos los países que la aplicaron.
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