AMPLIANDO HORIZONTES
Gracias a ideas que no
funcionaron en los lugares donde las aplicaron, hemos firmado tres años más
tarde el protocolo de adhesión de Ecuador al Acuerdo de libre comercio de la
Unión Europea (UE) con Colombia y Perú. Ese
retraso benefició a esos competidores,
porque ganaron nichos en un mercado de quinientos millones de habitantes con gran
poder adquisitivo y que además, es el mayor importador mundial de productos
agrícolas y alimentos del mundo.
La UE es el principal mercado
de las exportaciones no petroleras del Ecuador (29.5 %). De allí viene Estados Unidos de América (22.3
%) y la CAN (14.4 %). El 65 % de la
exportaciones hacia la UE son de micro, pequeñas y medianas empresas. Setenta y cinco por ciento de las
exportaciones de las organizaciones de economía popular y solidaria van hacia
la UE. El no ratificar el acuerdo
afectaría directamente a este tipo de empresas.
La ratificación del protocolo
en diciembre permitirá que los comerciantes puedan planificar a largo plazo,
sin estar preocupados porque el 31 de diciembre finalice el Sistema General de
Preferencia Plus (SGP), que nos otorgaba beneficios arancelarios temporales
para colocar nuestros productos en la UE.
Los consumidores obtendremos productos
de calidad con mejores precios. Se
podrán importar bienes de capital y materias primas sin aranceles para producir
en Ecuador. Eso nos posibilitará tener
costos más bajos, mejorando nuestra competitividad. Se reducirán los precios de los fletes porque
existirá mayor intercambio comercial con los veintiocho Estados que conforman
ese bloque comercial. Será más fácil que
venga la inversión extranjera directa proveniente de la Unión Europea, generando
nuevos empleos, más tributos y mayores conocimientos para producir.
El acuerdo está concebido para
mejorar las condiciones de desarrollo del Ecuador. La reducción de los aranceles será gradual
durante diecisiete años. La UE liberará
aproximadamente el 95 % de los aranceles vigentes y Ecuador el 60 %.
Todo esto genera
oportunidades. Por ejemplo: las
exportaciones no petroleras de Colombia a la UE aumentaron 19 % durante el
primer año de vigencia de su acuerdo comercial suscrito el 2013. Más de quinientas empresas colombianas y mil
cien peruanas, principalmente pequeñas y medianas, han exportado por primera
vez a la UE desde la entrada en vigencia del acuerdo con sus respectivos
países.
La falta de este acuerdo ante
la terminación del SGP ponía en juego trescientos mil empleos directos,
afectando los índices económicos micro y macro.
En definitiva, engendraba pobreza en lugar de prosperidad.
Incrementemos la firma de este
tipo de acuerdos con todos los bloques comerciales y países a los que podamos
venderles nuestros productos. Ampliando
nuestro mercado de consumidores a miles de millones de personas. No creceremos si solamente aspiramos producir
para venderle a un segmento de dieciséis millones de ecuatorianos. El gobierno ya debería estar gestionando
tratados de libre comercio con la Alianza del Pacifico.
No malgastemos oportunidades,
como la que tuvimos durante el gobierno de Palacio, cuando pudimos firmar un
TLC con Estados Unidos de América, usando el fast track autorizado por el
Congreso de ese país. Nuestros
competidores, Colombia y Perú sí la aprovecharon y hoy disfrutan las ventajas
que eso conlleva.
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