DIÁLOGO NACIONAL
La dialéctica es un método de
razonamiento que enfrenta diferentes posiciones para confrontarlas y extraer la
verdad de ellas. Hoy, los ecuatorianos comparamos
dos visiones del mundo. Una, que afirma
que la creación de capital es moral y la otra, la expresada por el sector
público, que concluye lo contrario.
El Papa Francisco nos pidió
impulsar el diálogo sin exclusiones. Eliminar
el sectarismo. Promover la diversidad,
amar al prójimo y formar parte de un nosotros.
En un dialogo autentico debe existir la intención de intercambiar ideas
sin condiciones, para que las dos visiones lleguen a un acuerdo. Imponerse jamás ha sido efectivo en la
historia de la humanidad.
La envidia y codiciar los bienes
ajenos son pecados. El enfoque
propositivo debería ser que cada uno intente producir más. Apropiarse de los
bienes de un individuo para distribuirlo entre los que tienen menos, además de
ser un delito, desmotiva a los
individuos exitosos para que continúen creando riqueza, empleos e impuestos. Es al Estado a quien le corresponde fomentar
el ambiente propicio para que se produzcan la mayor cantidad de oportunidades
con el objetivo de que los pobres salgan de su situación. Pero las últimas reformas laborales y
tributarias no contribuyen a la creación de nuevos trabajos. A un país le irá mal siempre que la gestión
pública sea equivocada.
Lo primero sería determinar
hacia dónde nos dirigimos. ¿Vamos a
continuar siendo un país capitalista o nos convertiremos en comunistas? El
sector privado pide respeto al derecho de la propiedad privada; a la libertad
de expresión; una pausa normativa; conocer cómo el Banco Central respalda al dinero
electrónico; libertad necesaria para producir y obediencia al procedimiento que
establece la Constitución para reformarla en lo relacionado a la reelección
indefinida. El comunismo no ofrece
ninguna de estas ventajas y si nos dirigimos hacia esa opción, el dialogo no
tendría sentido. Los mandantes habremos
perdido el control sobre el mandatario que elegimos, porque habría decidido
unilateralmente recorrer un camino por el que no fue autorizado a
transitar.
Víctor Maldonado, director
ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, hace poco expresó en Guayaquil
que “el modelo socialista no está hecho para funcionar, sino para reprimir la
libertad”. Y Ronald Reagan dijo que “el
problema no es que los ciudadanos paguen pocos impuestos, sino que el gobierno
gaste demasiado”.
Hasta que no exista un
verdadero dialogo, pareciera que el conflicto social continuará. Mientras tanto, cada vez tenemos menos
libertad. Espero que el mensaje
pontificio haya calado. Por la paz de
todos.
Comentarios
Publicar un comentario