LA INICIATIVA PRIVADA
Los principales productos no
petroleros que el Ecuador exporta son bananas, camarones, atún en conserva,
rosas, cacao, aceite de palma, etcétera.
Ninguno es iniciativa o consecuencia del apoyo del gobierno. Son el resultado de la creatividad de la
empresa privada. Esas exportaciones no
comenzaron porque se promulgó una Ley. Las
matrices productivas elaboradas por intelectuales encerrados en un cuarto son
limitantes a la creatividad. El sector
privado requiere libertad para innovar y emprender.
El gobierno está plagado de
burocracia, desperdicio e ineficiencia.
En las empresas, eso no puede suceder.
¿Por qué? Porque un empleado público puede trabajar durante cuarenta años
sin haber sido eficiente y sin embargo, su salario incrementará anualmente. El
sector privado funciona bajo el régimen de la meritocracia que premia la
productividad. Los gobiernos, sus
instituciones y empresas pueden permitirse ser burocráticos porque no tienen
que competir.
Las salvaguardias son una
medida equivocada para restringir las importaciones. Implican una reducción de los ingresos del
Estado vía IVA, ICE y otros tributos, porque disminuyen el volumen de las
ventas; además de mermar el poder adquisitivo de los consumidores, al generar
una subida de los precios de los bienes importados como consecuencia de mayores
aranceles, cupos y el incremento del costo de fabricación local.
En lugar de victimizarnos, deberíamos
aprovechar las oportunidades. Firmar más
acuerdos comerciales. Concesionar todo
lo posible. Vender más. Atraer la inversión extranjera, así como
promocionamos el turismo receptivo. Los
inversionistas foráneos buscan materias primas y acceder a los consumidores de Latinoamérica. Según el Multilateral Investment Guarantee
Agency (MIGA) del Banco Mundial, los dos principales motivos que los
empresarios tienen para invertir fuera de su país son mejorar el acceso a
mercados y reducir sus costos de producción.
La explotación del petróleo es
una apropiación indebida del Estado. Los
gobiernos se mantienen solamente con impuestos; lo que los obliga a fomentar
exportaciones para poder atraer más divisas y tener una balanza comercial
favorable. La administración pública
debe ajustarse el cinturón para superar la crisis fiscal. Si ya perdimos la pierna del sector público
por la dependencia petrolera, no castiguemos la que nos queda: la del sector
privado. Apoyémosla.
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