SALVANDO MANTAS GIGANTES


CITES es un tratado entre gobiernos cuyo fin es asegurar que el comercio internacional de animales y plantas salvajes no amenace su existencia.  CITES ejerce control sobre un listado de especies seleccionadas.  Toda importación, exportación, reexportación e introducción de especies incluidas en la convención tiene que ser autorizada por un sistema de licencias.  Cada signatario del convenio debe designar una o más autoridades de administración el sistema de licencias y una o más autoridades científicas para asesorarlas sobre los efectos de comerciar las especies seleccionadas.  Cuando el gobierno de un Estado decide obligarse a las disposiciones de CITES, puede unirse a la convención declarando su voluntad al gobierno de Suiza, que es el depositario de CITES.  Una vez que Suiza recibe por vía diplomática esta comunicación, la convención entra en vigencia para el Estado declarante después del transcurso de noventa días y la ratificación del Congreso, en nuestro caso.  Actualmente existen 178 países participantes.  Ecuador es parte del tratado desde el año 1.975.  Fue el séptimo país adherente.

Por eso es loable que se haya aprobado en la reunión de CITES en Bangkok del mes de marzo, la inclusión de las manta rayas en el listado de especies vulnerables que Ecuador debe proteger.  El proyecto fue preparado por el biólogo Michel Guerrero, director del Proyecto Mantas Ecuador, quien trabaja en conjunto con la doctora Andrea Marshall; una eminencia científica mundial, especialista en las mantas gigantes y que desde los últimos años visita la Isla de la Plata (Manabí) para estudiar esta especie migratoria que llega a ese sector desde junio hasta septiembre.  Es la raya más grande del mundo.  Mide entre seis y ocho metros y medio.  Llega a pesar hasta 2.300 kilogramos.  La pescan para exportar sus branquias, especialmente a China, con el fin de fabricar medicinas sin sustento científico.  También se usa su piel para elaborar billeteras, botas carteras, etc.. Somos uno de los pocos países que protege a esta especie.  Es un atractivo extraordinario para los turistas que bucean en el Ecuador o que las pueden ver saltando en la superficie.  Bucear con las manta rayas es una experiencia inolvidable.  Son la especie con el cerebro más grande del grupo de los peces.  Inofensiva y sociable.  No tiene aguijón venenoso en la cola y se alimentan de plancton, peces pequeños y calamares.  Giran majestuosamente alrededor de los buzos y logran conectar con nosotros en cada encuentro.  Se desplazan en grupos de treinta y también se las encuentra en Galápagos en las islas de Floreana e Isabela.  Ojalá podamos controlar la pesca de estos gigantes míticos, porque a largo plazo, una manta viva vale para el turismo más que una manta muerta; independientemente del mal karma que significa el matar a un ser vivo por dinero.

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