JUICIO POLÍTICO ¿CONVIENE A LA CIUDADANÍA?
En momentos de desafíos económicos y sociales, la estabilidad y crecimiento son cruciales. No obstante, ciertos procesos políticos como el juicio en contra del presidente Lasso, parecen generar incertidumbre e intranquilidad en la población.
El juicio político, como herramienta
constitucional, debe aplicarse con responsabilidad y prudencia, respetando
garantías constitucionales y el debido proceso. La Asamblea Nacional tiene el
mandato de representar al pueblo ecuatoriano, y es crucial recordar que su
labor debe enfocarse en atender las preocupaciones y necesidades de los
ciudadanos. Al encaminarse en un juicio político, el riesgo de la polarización
política crece, y la atención se desvía de problemas urgentes que requieren
soluciones concretas.
Además, este tipo de procesos irresponsables
puede tener consecuencias negativas para la economía, pues la inestabilidad
política a menudo aleja inversiones y frena el progreso económico. El ciudadano
se ve directamente afectado, enfrentando dificultades en inseguridad, empleo,
educación, salud y con los fenómenos naturales, mientras los debates políticos
se centran en luchas de poder.
El descontento social existente hoy
en día podría verse exacerbado por un juicio político, lo cual no solo
perjudicaría el bienestar ciudadano, sino que también podría aumentar la brecha
entre los diferentes sectores de la sociedad. En lugar de enfrascarnos en
procesos de esta naturaleza, debemos concentrarnos en trabajar juntos hacia un
futuro más próspero y equitativo.
La democracia exige de nosotros un
compromiso con la construcción de consensos y la búsqueda del bien común.
Quizás es momento de reflexionar sobre si un juicio político al presidente es
beneficioso para los electores. Aboguemos por un Ecuador unido y resiliente,
donde la política se enfoque en soluciones tangibles a los desafíos a
superar.
Comentarios
Publicar un comentario