SOCIEDAD CIVIL
Casi todos nos preguntamos durante el confinamiento cómo se iban a repartir las vacunas para el COVID después de su invención. ¿Serían distribuidas en los países desarrollados y después llegarían a Ecuador o simplemente no las recibiríamos? ¿Cómo se asignaban los escasos respiradores que teníamos en nuestros centros médicos? ¿Se priorizarían los pacientes con capacidad económica o los que tenían más posibilidades de sobrevivir? Por primera vez la humanidad fue consciente de la necesidad de una ética universal para situaciones excepcionales; entendiéndose la ética como las normas y costumbres morales en todos los niveles de las sociedades. Al final, se impuso la cooperación, que es la herramienta que nos ha permitido progresar como especie.
La
base biológica de la ética es la capacidad de cuidar a otros y permitirnos
tener una buena vida. Lo que hacemos hoy condiciona el futuro. Es el momento de preguntarse si es cierto que
todo depende de un sujeto perverso denominado demonio, sistema, globalización,
etcétera, o si el futuro está en manos de personas con nombres y apellidos que
operan desde funciones del Estado, organismos multilaterales, instituciones, empresas
nacionales o multinacionales, academia, organizaciones políticas o desde la trinchera
personal.
No existen las masas, solo individuos que obramos diariamente bien o mal. La mayoría es buena, pero convivimos con un Estado fallido como consecuencia de acciones ejecutadas desde el 2007 por una organización delictiva. La eliminación de la enseñanza de cívica y ética en los centros educativos ecuatorianos fue parte del plan para lograr ese objetivo. Es plausible que se retomen estas materias como parte de la estrategia anticorrupción y que agreguemos a nuestras vidas el ejemplo como una forma de ser y la ejemplaridad como el deber ser, no como conceptos teóricos, sino como formas de actuar de cada uno para transformarnos en una sociedad cívica en la que las personas que conforman el sector público o privado rijamos nuestras acciones con esa forma de pensar.
La
transformación tomará tiempo como todo lo bueno, pero lo lograremos.
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