CORRESPONSABILIDAD
La economía ecuatoriana está reactivada. Hemos sobrepasado la facturación prepandemia y estamos creciendo. Las funciones del Estado deben concentrarse en solucionar la inseguridad para potenciar nuestro destino como centro de desarrollo latinoamericano, permitiendo crear nuevos empleos (segunda preocupación ciudadana).
El
combate a la inseguridad es esencial para convertir al Ecuador en un ecosistema
de negocios que atraiga la inversión y, por ende, nuevos empleos. En ese sentido, aplaudo el valor de los
funcionarios de Gobierno por su voluntad política de combatir a las
organizaciones delictivas. Se requiere
valor para tomar esa decisión. La mayor
parte de la inseguridad se resolvería en el minuto que el Gobierno determine
dejar de hacerlo, como ocurrió con los Gobiernos anteriores, que se hicieron de
la vista gorda o participaron como autores, cómplices y encubridores. De allí que hayan desarmado a la población
civil, a los guardias de las empresas de seguridad, a los miembros activos de
las fuerzas del orden cuando no se encuentran en servicio; el 300 % de ICE a la
importación de armas; suspensión de la formación de policías y un gran
etcétera. Esto creó el ambiente adecuado
para que las bandas internacionales vengan a operar a nuestro país.
Pero
en este combate, que lidera el poder Ejecutivo, son corresponsables otras
funciones del Estado. Por ejemplo: la
Asamblea Nacional tiene que aprobar el proyecto de Ley para el Uso Progresivo
de la Fuerza. La Función de
Transparencia y Control Social debe cumplir su atribución de investigar
denuncias actos u omisiones que generen corrupción relacionadas con el crimen
organizado, que podría incluir a funcionarios del poder judicial, porque llama
la atención la agilidad con la que son liberados los delincuentes más avezados capturados
por la policía, en el país de la tramitomanía.
Los
buenos tenemos que pelear contra los malos y no los buenos contra los
buenos. Eso es lo que los malos quieren
que hagamos. Tenemos que luchar contra
los que causan la inseguridad y no contra los que la combaten, por nuestro
futuro reluciente.
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