PROPUESTA DE CRECIMIENTO
El monto de ahorro en los planes de jubilación
chilenos superan los ciento cincuenta mil millones de dólares. Funcionan bajo un régimen de libre
competencia en el que cada trabajador decide en cuál administradora de fondos
invertir. La decisión de cada aportante
se basa en el servicio y la rentabilidad que busca. Si la administradora no cumple, el trabajador
puede cambiarse a otra que satisfaga sus expectativas.
Los fondos son invertidos en diferentes instrumentos,
incluyendo la bolsa de valores o emprendimientos, permitiendo que las empresas que
operan en Chile tengan acceso al financiamiento necesario para crecer. Al crecer, crean nuevas fuentes de empleo y pagan
más impuestos. El ahorro es un círculo
virtuoso que multiplica la prosperidad.
¿Qué tenemos en Ecuador para nuestra jubilación? Cero
Polito cero. O casi nada en comparación
con el sistema previsional chileno, a pesar de tener una población similar.
Solamente tenemos una institución extractiva que
obliga a pagar por las buenas o por las malas.
Lo mínimo que uno espera de un administrador tan exigente en los cobros es
que muestre los resultados, pero en el caso del IESS, no existe transparencia
en las cifras.
Ese hecho hace saltar las alarmas. Los estudios actuariales sugieren que el IESS
no le podrá pagar su jubilación a la mayoría de los ecuatorianos. Los chilenos, en cambio, pueden decidir hasta
la edad de su jubilación.
¿Por qué estamos en esta situación? Porque el IESS es
un monopolio público que ha sido explotado como caja chica de los gobiernos de
las últimas décadas. Además de que su
administración ha estado plagada de negligencia, clientelismo político y
corrupción.
El IESS presenta una oportunidad de mejora para que el
Ecuador comience a ahorrar con fines productivos. A las personas y países que ahorran les va
bien. Un taxista chileno conoce lo que
ocurre en la bolsa de valores de su país, porque allí invierte su dinero a
través de su administradora de fondos de pensiones. Nosotros, salvo contadas excepciones, no tenemos
idea de lo que ocurre con nuestro dinero en el IESS.
Cambiemos de sistema.
No permitamos que nuestro dinero sea administrado por los
políticos. Jamás lo harán bien. Causan déficit en todo lo que tocan. No es problema ecuatoriano, es mundial, salvo
escasas excepciones.
El modelo del IESS ha colapsado. Subir la edad de jubilación no será solución
mientras los recursos sean gestionados por el sector público. Se los seguirán llevando a las arcas de la función
ejecutiva, en el mejor de los casos.
Vamos por un sistema de pensiones que le sirve al ciudadano que se ha
esforzado durante sus años de trabajo productivo. Es inaceptable que los ancianos de nuestro
país vivan miserablemente gracias al IESS, mientras los políticos extraen ingentes
recursos de él.
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