LIBERTAD

Fue John Locke quien declaró que cada individuo tiene derechos naturales sobre su persona y a obtener propiedades mediante su trabajo.  El propósito de un gobierno debería estar limitado a defender esos derechos.  Sin embargo, ciertos Estados tienden a su supresión parcial o total.  La historia de la humanidad registra constantes conflictos entre el poder y la libertad, con el poder (gobierno) siempre dispuesto a incrementar su invasión a los derechos de las personas y a cercenar libertades protegidas por la declaración universal de los derechos humanos.

Los ciudadanos debemos combatir el exceso de impuestos para mantener gobiernos dilapidadores, monopolios estatales, limitaciones al libre comercio, el incremento del gasto militar y evitar poderes ejecutivos abusivos.  Los socialistas y los conservadores declaran que se encuentran a favor de la producción para elevar el nivel de vida.  Regulan excesivamente la industria y el comercio alegando que es para el bienestar general.  Sustituyen la competencia por las organizaciones colectivas. Incrementan el proteccionismo y el imperio de la maquinaria militar.  Y por supuesto, afirman que es necesario un gobierno desmesurado para controlar todo eso, en lugar de uno reducido y poco costoso.

De esa manera hemos retornado al viejo orden.  Pero esta vez, tenemos nuevos beneficiarios.  Ya no son reyes, nobles, aristócratas, sacerdotes, ni latifundistas.  Hoy se fundamentan en la justicia social para gravarnos con incontables impuestos que serán usados en su beneficio.  Para cumplir con sus fines, las nuevas elites tienen que engañar al público.  Lo convencen de que la tiranía es mejor que la libertad.  Que los medios de comunicación públicos deben existir.  Que un Estado mercantilista privilegiado es mejor que un mercado competitivo.  Que recibir dádivas es mejor que trabajar.  Que un monopolio público se impone para evitar el monopolio privado y que el incremento del gasto público, es lo mejor para los contribuyentes.  Que debemos fortalecer la educación pública, aunque en realidad se la fomenta para garantizar obediencia.  Que el derecho de propiedad no siempre debe ser respetado y que tienen patente de corso para perseguir a quien opine lo contrario.  En definitiva, los dejamos coaccionarnos por cosas que no le permitiríamos a nadie más.