LA CULTURA DE LA LEGALIDAD
La importancia de la legalidad en la sociedad se vuelve evidente a través de situaciones como la crisis diplomática entre Ecuador y México. La cultura de la legalidad no solo implica acatar las leyes vigentes, sino también discernir entre lo que es legal y lo que es legítimo. La legalidad se refiere a lo que es permitido por la ley, mientras que la legitimidad implica que algo sea justificado moralmente y tenga sentido común para los miembros de un grupo social.
En una sociedad democrática, el respeto a las leyes
garantiza un ambiente de convivencia pacífica y ordenada. Sin embargo, es
esencial recordar que la legalidad no siempre coincide con la legitimidad. Las
leyes pueden ser cuestionadas en su aplicación y en su capacidad para promover
la justicia y la equidad en una sociedad.
La situación entre Ecuador y México, con el arresto de
Jorge Glas y la subsiguiente ruptura diplomática, destaca la necesidad que los
países respeten los privilegios e inmunidades creados para evitar abusos. Un delincuente común, sentenciado dos veces y
con varios juicios en proceso, no puede usar el asilo político como herramienta
para evadir la ley del país anfitrión. Su
fuga habría sido inmoral e ilegítima, como lo resuelven los numerales 5 y 6 de
la Resolución CP/RES (2494/24) aprobada el 10 de abril por el Consejo
Permanente de la OEA.
La cultura de la legalidad es un elemento fundamental para
las relaciones internacionales porque preserva la paz y la armonía entre países
amigos. Es imperativo que los Estados se apeguen a las leyes y acuerdos
establecidos como la Convención de Viena, evitando conflictos que puedan
desencadenar crisis diplomáticas. Los Gobiernos
no pueden interferir en asuntos internos de otros países y peor, ofenderlos.
La cultura de la legalidad no solo implica cumplir con
las leyes, sino también cuestionar su legitimidad y promover un sistema legal
que refleje los valores y principios de una sociedad justa. La situación entre
Ecuador y México sirve como recordatorio de la importancia de mantener un
equilibrio entre la legalidad y la legitimidad en el ámbito nacional e
internacional para evitar el caos.
Comentarios
Publicar un comentario